Seguro que has leído por ahí sobre la importancia del branding y cuánto lo necesitas. Vamos, que «ya tardas».
Pero, espera, ¿es verdad?
Es más, ¿qué es branding?
Branding es el proceso de construcción de una marca mediante una estrategia clara vinculada a una brand (marca), que influye en su valor y en cómo es percibida por el público. Está basado en la comunicación y enfocada en la venta.
Entonces, ¿es necesario?
En Teral30 decimos que, como todo, depende de la situación, pero que, definitivamente, lo importante es aquello que ofreces; que el branding debería llegar siempre de forma natural, desde la autenticidad de lo que uno es mientras vas buscando excelencia, se tu campo el de la consultoría, el negocio, la enseñanza, los oficios o el arte.
No importa a qué te dediques: la excelencia es un deber. O debería, que estás a tiempo.
Para simplificar, inventemos una acepción de la palabra ‘marca’ que puedas hacerte tuya (y no te lleve a pensar solo en grandes compañías):
Marca como aquello que ofreces, sea un producto, un servicio, una habilidad, un conocimiento o un talento.
¿Qué te parece? ¿Acaso tú no estás ofreciendo «algo»?
Nosotros tenemos presente que detrás de ese «algo», hay una forma de pensar, de hacer, de tratar a los demás; unos valores y unas prioridades; un ser con matices.
Y por eso hay que cuidarte y cuidar ese «algo», online y offline, en la vida personal y en la profesional. (Vale, sí, llámanos holísticos).
¿Sabes realmente lo que quiere tú publico?
Conocerte en todo tu conjunto, incluso en esos «pequeños aspectos» que nunca has considerado.
Y eso sí que es importante, muy importante.
No te obsesiones con el logo, el slogan y el branding; trabaja en tu marca desde la fluidez. La estrategia totalmente calculada al milímetro, aunque ayude, que no lo negamos, ya llegará (y solo si tiene que hacerlo).
¿Qué te proponemos?
Simple, crear un ecosistema.
Un «ecosistema Teral30» es el resultado de una esencia y de un concepto unificado que trabajan de forma transversal e impacta a los mundos online y offline por igual.
«Vale, ¿y una vez creado, qué necesita un ecosistema de este tipo?», te estarás preguntando.
Pues los mismos que la naturaleza: conciencia, mimo, asegurar que sea sostenible y que se vaya adaptando a los nuevos retos que vaya encontrando.
Y no, sus dimensiones no importan, eso es lo de menos.
Sintetizando, se trata de unir coherencia, síntesis, respeto, y seguir a rajatabla estos 5 mandamientos:
1/ (y en homenaje al templo de Delfos): Conócete a ti mismo (y lo que ofreces).
2/ Ten claro tu mensaje al mundo y cómo lo puedes articular de una manera bonita y funcional, desde el respeto al que le interesas, cuidando tu presencia online y offline.
3/ Crea un protocolo de sistemas y procesos.
4/ Enfoca en lo que ofreces y en su constante mejora, ya sean productos, servicios, sabiduría o inspiración. Inspírate con el trabajo de los demás, pero centrándote en ti. Y sí, mide tus progresos, analiza las métricas y revisa tu evolución.
5/ Trata bien a tu público ayudándolo cuando te necesiten y facilitándoles la comunicación.
Y es que no es branding, es lógica aplastante y sentido común. De nada te servirá tener mil redes sociales llenas de contenido y publicidad por todas partes si luego fallas en los mandamientos de arriba; y por eso nos necesitas.
¿Qué te parece si, en vez del famoso branding, nos ocupamos de la excelencia, la coherencia y nos centramos en la esencia y el respeto creando una experiencia memorable al usuario?
Pues esa es nuestra propuesta.
Y sí, la propuesta también contempla cuidar aquello que no se ve pero que es esencial: la parte técnica y los procesos.