Cada proyecto es un mundo en sí mismo y, por tanto, requiere un acercamiento especial.
Se trata de descubrir el aura de cada proyecto, su concepto más allá del diseño y el contenido: un mensaje claro, una historia que conecte con el público y una imagen con la que identificarse y sentirse a gusto.
Luego llegarán las funcionalidades, que dependerán de cada caso en concreto, pero la base es siempre la misma, la buena comunicación con el usuario, independientemente de si es un cliente potencial, recurrente o fan total de todas tus propuestas.
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